El 20 de marzo venció el ultimátum que el Tribunal Supremo dio a los últimos regionalistas que aun quedan en el PRI, y que fueron pasados a ese organismo, para que hicieran sus descargos por las rebuscadas acusaciones de las que han sido objeto, sin que hayan sido citados a comparecer personalmente.
Se poneen duda que los supuestos acusadores se hayan concertados por iniciativa propia para proceder de consuno, ya que hablaría muy mal de ellos si así fuera. Se piensa con más fundamento que esta operación obedece a los deseos del autoritarismo adolfista para librarse de los últimos regionalistas que obstaculizan las pretensiones del ex senador para no cumplir con el acuerdo de convocar a elecciones generales para el mes de abril próximo.
Por informaciones extraoficiales se sabe que sólo ha comparecido ante el Tribunal Supremo el ex Presidente de la colectividad, Jaime Mulet Martínez. Nada se ha sabido de la actitud asumida por el resto de los acusados, por lo que es posible pensar que hayan ignorado las torpezas del Tribunal Supremo, o que haya sido este mismo organismo el que se diera cuenta de sus desaciertos y haya retrocedido en sus absurdas pretensiones.
Se insiste en "separar negocios y política". Me parece bien. Sin embargo, personeros de todos los colores convierten la "política en negocio". En este caso el Fisco paga. No hablemos sólo de las dietas parlamentarias y de la eternización de diputados y senadores en los escaños de por vida, sino de los privilegios y "pitutos" que esos rangos confieren. Ni que hablar de los Ministros de Estado que para "redondearles" la renta se les nombra en el directorio de empresas amén de recibir ese sobre con billetes en jamás sujeto a boleta. Entonces, reiteremos ante sordos voluntarios y analfabetos funcionales: no a la mezcla de "negocios y política", pero tampoco admitamos convertir "la política en negocio" eso no es "servicio público".
ADOLFO ZALDÍVAR Y UNA DELEGACIÓN DEL P.R.I. (EL EX PARTIDO REGIONALISTA) VISITAN AL PRESIDENTE.LA TORVA MIRADA DEL CAUDILLO TRASLUCE SUS INTENCIONES.
Primero dijo, refiriéndose al entonces candidato Sebastián Piñera:“es la derecha absoluta, cómo puede decir que representa el centro. Es la mejor expresión de la concentración de la riqueza. El peligro que hay con Piñera es que estamos dejando al gato cuidando la carnicería".Después, usurpó mañosamente, mediante la utilización de ilícitos procedimientos, la Presidencia del PRI. Y, finalmente, expulsó a todos los regionalistas que se han opuesto a su autoritarismo y a sus tropelías.
Ojalá el Presidente no se deje impresionar por este hipócrita, que nada le aportará, salvo el rechazo de los regionalistas y el aplauso de los casi extintos“colorines”.
A CONTINUACIÓN TRANSCRIBO INFORMACIÓN APARECIDA EN EL MERCURIO DE HOY 26 DE MARZO DE 2010.
EL MERCURIO
(26.Marzo.2010)
La "doble cita" de Zaldívar en La Moneda.
Fue una de las caras que ayer llamaron la atención en la ceremonia en que el Presidente Piñera promulgó el "bono marzo" en La Moneda. Junto a los presidentes de los partidos de la Alianza estaba Adolfo Zaldívar, quien regresaba a Palacio como invitado en su calidad de presidente del PRI.
Y su reaparición tendrá una segunda parte: hoy, a las 9:30 de la mañana, Zaldívar -cuyo nombre ha circulado como carta para la presidencia de BancoEstado- encabezará con la presidenta de la Cámara Baja, Alejandra Sepúlveda, la delegación del PRI que tendrá una audiencia con Piñera en La Moneda.
La larga y distendida cena entre Sepúlveda y los diputados PC.
Casi tres horas duró la comida que en la noche del martes compartió la presidenta de la Cámara, Alejandra Sepúlveda, junto a los tres diputados del PC en el comedor de la titular de la mesa en el Congreso. La cita - a la que también asistió el diputado del PRI Pedro Araya - fue calificada como "grata y franca" por sus asistentes, e incluyó varios temas de discusión. Uno de ellos fue el plan de reconstrucción del Presidente Sebastián Piñera, momento en el cual el diputado Teillier relató los graves problemas del sector pesquero, tras recorrer las regiones afectadas por el terremoto hace unos días.
La reunión sirvió además para conocer los puntos de convergencia entre los parlamentarios del PRI y el PC, con miras a fortalecer el trabajo legislativo en conjunto. La idea es que la reunión se repita en un par de semanas más, y que ambas bancadas puedan comenzar a trabajar en temas legislativos.
Acecha el peligro que el Bicentenario sea sólo fiesta cívica con fanfarria de cuartel y aroma de efeméride escolar, alocuciones solemnes y chingana con chicha y cueca, suplementos de prensa e inauguración de monumentos, recepciones pomposas y tropas desfilando. No obstante, si se actúa con lucidez y energía también puede ser ocasión propicia para analizar el significado de la fecha y efectuar balance de dos siglos de vida republicana. Ello implica sacudirse de la beatería patriotera y operar contestatariamente. Veamos.
1º En función de la rutina se programa la fecha como festejo y se debe plantear como conmemoración. Hay que bregar a fin de entender el Bicentenario no es júbilo, sino más que eso, oportunidad de “hacer memoria colectiva”. Eso en primer lugar debe suponer la invitación a pensar que la patria no nace en 1810, sino que la motivación de pertenencia a la dupla terruño-pueblo se plasma no por sucesos -Cabildos Abiertos y luego Juntas, hechos de armas- sino a través de procesos durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
2º Eso no significa ignorar ni menospreciar la gesta emancipadora, pero es conveniente insistir que se trata de una Independencia política y no económica. Estuvo también ausente la dimensión cultural. Esa deuda externa y el afán simiesco de imitar a las superpotencias podrían estar indicando –junto con el vasallaje de nuestros estadistas ante Washington- que esa epopeya comenzada en 1810 queda, a poco andar, y hasta hoy, mediatizada.
3º En la esfera sociológica -pese a la gárgara indigenista combinadas con insensata iberofobia- los que imponen la Independencia son elites blancas. Se trata de la insurrección de nietos, bisnietos y tataranietos de los conquistadores los cuales vulneran el juramento de adhesión a Fernando VII. Se autoetiquetan “patriotas”, pero los monarquistas los apodan, por lo indicado, “traidores”. ¿Dónde estaba la plebe mestiza e indígena? ¿Es esta Independencia nacional o es –igual que Sudáfrica premandeliana- una ruptura con Madrid al estilo de la minoría angloboer respecto a Londres? Los indigenudos ¿qué pito tocan en el Bicentenario? Su intervención en el V Centenario se explica, pero ahora ¿qué?
4º Otro asunto ¿hasta qué punto estas jóvenes repúblicas nacidas en torno a 1810 pueden autorrotularse de “naciones”? ¿O contrario sensu son partículas de una nación desmembrada por las guerras de la emancipación y las reyertas de frontera? ¿Qué significan estos “nacionalismos sin nación” que florecen en cada una de esta veintena de Estados? Al respecto se necesita preguntarse ¿cuál es el tamaño de la nación? ¿Somos tal o un fragmento de otra derramada de Tierra del Fuego a la Baja California? Esta es una polémica abierta que rehuyen tanto derichistoides conservadores como termocefálicos marxistas.
5º Ya Andrés Bello y luego Marius André y Laureano Vallenilla Lanz invitan a plantearse el proceso emancipatorio como una gigantesca guerra civil entre hispanos liberales e hispanos absolutistas. Este enfoque es antagónico a aquel, según el cual se trata de una conflagración internacional entre jóvenes naciones del Nuevo Mundo y una antigua nación decadente ubicada al otro lado del Atlántico. Curiosamente, la tesis de la guerra civil empalma con el revisionismo histórico que concibe a nuestra América como nación desmenuzada.
Júzguense estos cinco puntos como una invitación a asumir una postura propia ante el Bicentenario que está ad portas y en cual se debe escuchar nuestro enfoque de nacionales genuinos.
Escritor, autor de:
“LOS GENERALES OLVIDADOS” (Crónicas militares)
“¡EL MIR, NO SE ASILA!” (Novela histórica)
“MORANDÉ 80” (Ensayo histórico)
“TODAS LAS RAMAS TOCAN EL CIELO” (Biografía de una modelo)
“LA REBELIÓN DE PLATA” (Novela socio-política)
“LA ROSA DE LOS ANDES” (Novela histórica sobre las aventuras de la nave corsaria chilena del mismo nombre)
“¡GLORIA Y VICTORIA!” (Crónica sobre la inmolación de la Esmeralda en la rada de Iquique)
“¡EN GUARDIA!” (Anécdotas y chascarros militares)
“DE LA ARAUCANÍA A LA BREÑA” (Novela histórica. Tomo I)
