jueves, 20 de diciembre de 2007

SALUDO DE NAVIDAD 2007









PARTIDO REGIONALISTA
Paseo Bulnes N° 241 Depto. H Fono: 2471147
Santiago
www.aloz-politica.blogspot.com
VÍCTOR CATALÁN POLANCO, Presidente de la Comisión Política del PARTIDO REGIONALISTA, junto con saludar a usted y familia con especial y fraternal afecto en esta fecha tan significativa, tiene el agrado de desearle, en nombre propio y de los Miembros de la Comisión, una Navidad pletórica de paz y felicidad, y hace votos porque el Año Nuevo nos traiga consigo la satisfacción de hacer realidad todas nuestras aspiraciones, sueños y esperanzas.
Santiago, diciembre de 2007.

martes, 18 de diciembre de 2007

RESPUESTA A LOS DESAFÍOS


RESPUESTA A LOS DESAFÍOS.

(Documento)

Por Claudio Rivera Canihuante
Abogado
Miembro de la Comisión Política del P.R.I.
y del Comité Ejecutivo del M.N.P.



1.- Haciendo las preguntas correctas.

Las últimas encuestas indican que el país avanza hacia donde los chilenos no queremos. El crecimiento del grado de rechazo del gobierno, tampoco se refleja en un crecimiento de la Alianza. La simple lectura de lo que ocurre es que los chilenos no queremos la Concertación que gobierna, pero tampoco confiamos que la Alianza de oposición será un alternativa que resuelva nuestros problemas.
El gobierno exhibe un gran éxito en la consecución de cifras macroeconómicas, que cuando las intentamos reflejar en la situación real de los chilenos en general, solo entregan una sensación de inequidad. Evidentemente hay un grupo minoritario que está obteniendo ganancias y beneficios que exceden cualquier sentido de la proporción y la justicia. De allí que a veces junto con preocuparse de un sueldo ético mínimo, que satisfaga las necesidades de una familia, conviene también preguntarse acerca de un sueldo ético máximo. Es decir, hasta donde es legítimo que una persona se enriquezca sin proporción, en un país que sigue siendo pobre, y que aún no resuelve la situación de indigencia de una parte significativa de ella.

Es evidente que el sistema neoliberal, al que el gobierno y la oposición adhieren sin restricciones, puede efectivamente asignar recursos de manera eficiente y aumentar la competitividad.. El precio de ello es precisamente la mayor desigualdad que conoce la historia de Chile; la emergencia del individualismo que carece de toda ética, y en el cual los sectores dominantes económicamente pueden lucrar a costa de la debilidad de los pequeños.

El Estado chileno carece de capacidad reguladora al respecto, precisamente porque la Concertación y la Alianza están de acuerdo que, mientras menor sea la función del Estado, los agentes económicos pueden desempeñarse más eficientemente.

Este sistema ideológico ha convertido el lucro y el consumo en los valores supremos que rigen y regulan toda la conducta humana, transformándose, al mismo tiempo, en la medida del éxito de una persona. Así, mientras más gane y más ostentoso sea su consumo, que se expresará en autos, casas, tecnologías de punta, etc,. más exitosa resulta ser, independiente del origen y legitimidad de sus ingresos.

Chile tiene ya un problema de disminución de la población, es decir los chilenos no estamos reproduciéndonos en la medida necesaria para mantener la población. Tal vez sea porque los jóvenes perciben que sus hijos e hijas, a los dos o tres años deben comenzar a competir para quedar en un jardín, y después en un colegio o en una Universidad, en un trabajo, y en todos esos lugares en que sus propios compañeros son potenciales rivales a los cuales hay que derrotar.
La voracidad del sistema no tiene límites. Así hoy día se ofrece tarjetas de crédito a los universitarios sin renta, y a los jubilados y pensionados; a los primeros, para inscribirlos en un endeudamiento del que nunca saldrán y a los jubilados para extraerles hasta el último centavo en sus días finales de sus existencias. Porque esa es la ideología del neoliberalismo y del individualismo.

Nuestra pregunta es si es este el país que queremos, o si aspiramos a una forma distinta de vivir; que si bien reconoce que debe optarse por modelos económicos eficientes, debe entender y asumir que el hombre y la mujer son seres amorosos, que encuentran en la solidaridad y las formas sociales colaborativas las condiciones propicias para desarrollarse de manera plena.

II.- Recuperar la democracia.

Sin embargo, no es responsabilidad exclusiva del gobierno o de la oposición el que Chile haya derivado hacia las formas actuales que rechazamos. Es importante señalar que de una u otra manera hemos permitido, colaborando, o al menos consintiendo en que nuestro país se transformara en el mejor alumno del neoliberalismo, con una Concertación hoy más interesada en perpetuarse en el poder que representar a los chilenos; y una Alianza de oposición que, curiosamente, siempre pierde en los metros finales, tal vez porque le sea más cómodo exigir desde allí al gobierno el cumplimiento irrestricto del modelo económico, sin tener que cargar sobre sí el peso de las reivindicaciones y protestas sociales.

La sociedad chilena y mundial ha experimentado cambios que han alterado profundamente la comunicación humana. Desde el advenimiento de la televisión hasta el uso masivo de las tecnologías de información y comunicaciones a través de la INTERNET y de la multimedia, se ha producido un cambio que aún no hemos asimilado, aún cuando hemos incorporado las nuevas tecnologías a nuestra vida cotidiana..

Hoy es posible ver en tiempo real, a través de un teléfono móvil, cómo un avión de guerra arroja un proyectil sobre un blanco, o un partido de fútbol que se juega en otro continente. Tenemos la sensación que toda la información está a nuestra disposición y que no se nos puede engañar, porque tal como dicen los periodistas, una imagen vale más que mil palabras.

Sin embargo, lamentablemente, es más fácil que nunca. La televisión, los diarios e Internet nos entregan las imágenes y la información que interesa al que produce o maneja el medio de comunicación.

Solamente así se puede comprender porqué este Suprapartido transversal, que está constituido por la Concertación, a cargo del gobierno, y de la Alianza, a cargo de la oposición, hayan podido efectuar un tongo con varios gobiernos de por medio.

Los medios de comunicación usan diariamente lo que ellos denominan pauta, y que es el conjunto de temas que van a dar a conocer a los chilenos. El gobierno y la oposición tienen también sus pautas, con el mismo objetivo. Es decir, qué temas van a tocar para generar en la ciudadanía una impresión determinada. No se trata de comunicar la verdad, sino de elegir una temática en particular. Así, la Alianza elige la delincuencia, que es un tema en que el gobierno pierde lamentablemente la batalla.. El gobierno, replica con la adhesión histórica de la Alianza a Pinochet que cobra vigencia por algún fallo en particular.

Lo cierto es que ello no es más que un pasatiempo. La crítica de la Alianza, o la respuesta del gobierno, no resuelven el problema de la delincuencia, de la inequidad en la educación, ni las largas horas de espera de los trabajadores y estudiantes para abordar un bus del Transantiago, ni la corrupción en las empresas públicas, ni la explotación que hacen a diario las multitiendas; que llevan a la quiebra a los pequeños empresarios. Tampoco resuelve el abuso legalizado de los bancos que logran las más altas cifras de utilidades en perjuicio de los trabajadores y pequeños empresarios; ni el daño ecológico que se hace a diario en beneficio de empresas transnacionales. No resuelve el problema del abuso que efectúan las empresas de agua, gas, electricidad, teléfonos, estableciendo tarifas, sin que exista posibilidad alguna de negociarlas, o de efectuar reclamos por fallas de servicio.

Es poco probable que las grandes empresa se vean afectadas por la noticias; ya que ellas o son dueñas de los medios de comunicaciones o los financian vía publicidad, razón por la cual pueden manejar las pautas con propiedad, evitando así cualquier noticia que les afecte.

Recuperar la democracia requiere trascender a las pautas que pretenden imponernos los medios de comunicación, y los grupos dominantes de este país y del extranjero. Debemos tener presente que los medios de comunicación nos entregan una imagen sesgada de la realidad, en que se nos muestran las cosas que a ellos interesan, refrescando nuestros miedos con crímenes y tragedias, acompañado con algo de deportes y farándula, con la finalidad de mantener nuestras mentes ocupadas en sus pautas .

La recuperación de la democracia requiere reconocer los problemas reales que nos aquejan, entender las causas, y ser capaces de plantear las soluciones. Requiere de un esfuerzo por reconocer en nuestro compañero de trabajo, en nuestro vecino, en nuestro compañero de estudios, en los hombres y mujeres de nuestra patria aquellos elementos que nos unen, comprendiendo las naturales diferencias, pero encontrando en ellos un ser humano igual que nosotros. Comprender y estar atentos es la mitad del camino.

III.- Somos un partido para hombre y la mujer del Siglo XXI

Durante mucho tiempo se ha sostenido que la economía se funda en el hecho que las necesidades son infinitas y los bienes finitos. De allí que el gran problema humano sea administrar estos bienes, que no alcanzan a satisfacer las necesidades humanas.
Sin embargo, en la actualidad la producción de alimentos excede según algunos en un tercio y según otros en un 10% para alimentar a toda la humanidad; y si aún hay hambre en el mundo, ello se debe exclusivamente a que los seres humanos no nos hemos puesto de acuerdo para eliminar el hambre del mundo.
En el caso chileno, aún siendo un país relativamente modesto, la preocupación de este último tiempo ha sido donde poner en el extranjero el dinero excedente, tanto el proveniente del ahorro de los sistemas de pensiones, como de las empresas del Estado.
Dicho de otra manera, no es que falten recursos, sino que se prefiere invertirlos en el extranjero, en lugar de hacerlos producir en nuestro país.
Ello se debe a que las decisiones están inspiradas en cifras y datos estadísticos, y tienen como objetivos cumplir estándares internacionales. No existe una preocupación por los seres humanos, ni por sus necesidades. Se trata de cumplir con los organismos monetarios internacionales, con las transnacionales y, en general, con entidades que han olvidado el sentido humano de la economía.
Una de las característica de la economía post- capitalista es, precisamente, la carencia de la participación humana en la toma de decisiones. Las empresas transnacionales no tienen personas, sólo tienen representantes. Los gerentes dependen los directorios, éstos de los accionistas, y los accionistas están ocultos o dispersos en miles de carteras mundiales que destinan los flujos de dinero hacia donde se obtengan mejores rentabilidades. Si para ello es necesario desatar una guerra, lo harán. Si pueden especular con medicamentos, también lo harán, porque su sentido final es el lucro, aún cuando para ello tengan que sacrificar la vida de millones de personas.
Si bien no puede pretenderse que Chile se margine del contexto mundial, si puede esperarse que un gobierno sea capaz de desarrollar ideas para invertir en nuestra Patria.. Es posible pensar en mejorar cualitativamente la educación, modernizar el Estado, reparar las redes sociales para avanzar hacia modelos económico colaborativos, como cooperativas, empresas de autogestión, desarrollo de pequeña y mediana empresa, emprendimiento, creatividad etc.
Sin embargo, todo esto requiere buscar el sentido humano. Requiere centrar el análisis en el hombre y la mujer, reconocer que la Tierra es nuestro hogar, y que todo el quehacer humano sólo tiene sentido en la medida que ello permita el desarrollo pleno de la especie humana en armonía con la Naturaleza.
Si bien nuestra acción personal no puede controlar el destino de las naciones y, tal vez tampoco, de la propia, al menos podemos cultivar una actitud, que sea el sello de nuestra acción.
No existe un problema humano que no pueda resolverse con la inteligencia concertada, inspirada en la buena voluntad. Debemos tener presente que la inequidad, el hambre, la indigencia, no se producen por falta de recursos; sino porque los chilenos no hemos hecho un esfuerzo de buena voluntad para resolverlo.
Sin embargo, el concitar esas voluntades requiere el desarrollo de acciones inspiradores que inviten a la acción solidaria y fraterna, rechazando caricaturizar a nuestros oponentes.
Nuestro movimiento está para sumar voluntades, aunar criterios y emprender un cambio político que sólo será posible en la medida que seamos capaces de recrear una nueva forma de convivencia cívica, con un profundo sentido humanista.
Es precisamente en el trabajo de bases donde encontraremos nuestros compañeros y compañeras de ruta. Algunos vendrán de corrientes distintas, pensarán distinto, y sus preocupaciones se orientarán hacia otros objetivos. Sin embargo, será a través del dialogo, de la buena voluntad, de la búsqueda de la armonía, lo que permitirá tener visiones compartidas, para ejercer en conjunto, todas y cada una de las instancias que la democracia nos otorga.

IV.- En búsqueda de la identidad

Comprender no es lo mismo que compartir. La política es un quehacer social, en que interactuamos los unos con los otros, y si bien podemos aceptar y entender que existen pensamientos distintos, debe estar claro que hay tiendas políticas que pueden representar de mejor manera los disensos.
Nuestro partido es democrático, es decir reconoce la génesis de sus dirigentes en la voluntad de las instancias legítimamente constituidas, en las que mediante votación se designan las autoridades internas.
Es también democrático por cuanto está al servicio de aquellos líderes populares que, no obstante tener apoyo ciudadano, no encuentran en los partidos tradicionales las posibilidad de presentarse al escrutinio popular.
Finalmente, es democrático por cuanto asume que la democracia es la forma idónea para elegir las autoridades locales y nacionales, que constituyen el gobierno del país.
Es regionalista, porque busca el desarrollo de la región como unidad territorial, en la cual los ciudadanos que pertenecen a ella designan sus autoridades y definen las políticas que a ella corresponde, sin perjuicio de hacerlas coherentes con el interés nacional.
Es regionalista, porque pretende representar a nivel nacional los intereses comunes que corresponden al territorio en el que se encuentra establecida.
Es regionalista, porque busca compartir el poder político, hoy día concentrado en la Metrópoli, en términos que su representación corresponda efectivamente a una distribución democrática y representativa.
Es transversal, por cuanto no se identifica con intereses de clase o de grupos sociales, sino que busca su adhesión en todos aquellos, chilenos y chilenas, de inspiración humanista y democrática, que aspiran a una sociedad más justa, solidaria, moral y vivible.
Es humanista, porque su objetivo es precisamente el servir de punto de encuentro a todos aquellas personas interesadas en promover el desarrollo humano hacia estados superiores de convivencia, a fin de que la raza humana pueda alcanzar su plenitud con respeto a la diversidad, a la naturaleza y, en particular, a la Madre Tierra.
Es humanista, porque su acción se orienta a la creación de un acuerdo nacional, que respetando las naturales diferencias, permita construir sobre la base del concierto de voluntades e inteligencias un estadio superior de existencia social, no basado en el lucro y el individualismo, sino en la solidaridad y la colaboración.

Es posible que muchos compartan lo aquí expuesto, o disientan con matices, pero lo que nos hace compañeros de ruta es la acción, la consecuencia política y el respeto por la democracia, no sólo al interior del partido sino a nivel de la sociedad misma.
No es necesario buscar los elementos que nos distingan de los otros, o de los que digan lo mismo; por el contrario, interesa sumar. Será nuestra acción y nuestra coherencia lo que en definitiva prevalecerá. En la construcción de un gran movimiento popular estamos mas llamados a inspirar y a entusiasmar, que a luchar y argumentar.

V.- Enfrentando la coyuntura

En la actualidad hay muchos dirigentes políticos tradicionales de la Alianza y la Concertación que están en la búsqueda de un gran acuerdo nacional que permita dar un salto cualitativo para hacer avanzar nuestro país.
Ciertamente tienen toda la razón, es ese el acuerdo nacional que se requiere, pero existen fundadas dudas que ellos como cúpulas políticas puedan efectivamente hacerlo. Por una parte, debido a que tan pronto como hacen una declaración son desmentidos por sus pares; y, por otra parte, para que haya un gran acuerdo nacional se requiere que la Nación se pronuncie, de otra manera será un simple acuerdo cupular sin mayor alcance.
Es precisamente este uno de nuestros desafíos. La búsqueda de ese acuerdo nacional parte desde nuestras comunas, de nuestros trabajos, de nuestros colegios, de nuestras comunidades, de toda instancia donde en conjunto con otros podamos ser propositivos para hacer un Chile mejor.
Las próximas elecciones municipales serán una prueba significativa para nuestro quehacer político. Nuestra aspiración debe ser llevar candidatos propios, o apoyar candidatos independientes que estén en concordancia con nuestras orientaciones.
Uno de los problemas centrales a abordar es el de la educación, la que no sólo se ha mostrado ineficiente, sino que es además fuente y expresión de la inequidad social. Los esfuerzos hechos sólo han mejorado la cobertura, pero la calidad es deficiente, y ello requiere reformas estructurales inmediatas, que permitan dar un salto cualitativo en el proceso educativo.
Debemos tener presente que la delincuencia está íntimamente vinculada a las falencias de la educación, y que sólo a través de ésta será posible superar los altos índices de este flagelo.
Un segundo aspecto, es el de la Salud, el que ha experimentado mejoras, pero debe hacerse un esfuerzo en materia de prevención de vida sana y protección del medio ambiente, en el que la comunidad tiene un gran papel.
El tercer aspecto es el trasporte y las comunicaciones, que son materias determinantes en las condiciones de vida de la comunidad.
La capacitación y el fomento del empleo a través de entidades comunitarias deben permitir la generación progresiva de formas de asociación de vecinos que mejoren sus condiciones de vida
Estamos interesados en que la Municipalidad sea un motor que permita la generación de actividades comunitarias que faculten para que, efectivamente, los habitantes comiencen a participar de manera activa en el ejercicio del gobierno local.
Queremos que la Municipalidad reconozca y fomente las expresiones culturales nacionales, pero que sea el animador permanente de la expresión cultural local.
La democracia, debe manifestarse en las próximas elecciones municipales: Estamos llamados a asumir el desafío participando en todas las instancias. Una gran caminata comienza con el primer paso.

Santiago, diciembre de 2007.